domingo, 13 de diciembre de 2009

El disco de la década: Up the Bracket


En el año 2001. Pete Doherty y Carl Bärat consiguen una victoria más dentro de la aventura que iniciaron juntos en 1997 cuando dejaron la Universidad de Londres para meterse en una vieja casa abandonada en Carnaby Street a hacer música y vivir la vida bohemia. Cautivados por las increíbles canciones que estos dos veinteañeros de Londres producían, “The Rooms of Albion”, como ellos mismos tildaron a su guarida, se convirtió en un punto de encuentro entre muchos jóvenes de la escena del rock, las universidades y el arte londinense, además de la policía en prácticamente todas las ocasiones.


Cuando la gente comenzaba a preguntar quienes eran esos “Libertines” de los que tanto se hablaba por ahí y sobre los que se dedicaban gran parte de las pintadas en las paredes de la zona de Camden y Carnaby, consiguen salir de gira con The Vines y The Strokes. Los shows que ofrecen en cada una de las fechas de actuación los sitúan en una posición de semi-dioses de culto, a los que nadie se explica cómo puede resistírseles de esa forma la fama inmediata.

En esas que con la entrada del año 2002, Mick Jones, una leyenda del punk rock británico, guitarrista del mítico grupo The Clash se fija en ellos. Tras comprar una gran cantidad de marihuana y cerveza se mete en el estudio con una formación de The Libertines compuesta por John Hassall al bajo, Gary Powell a la batería y Pete Doherty junto con Carl Bärat en las guitarras, compartiendo la voz de las canciones y componiendo las mismas a dúo.

En las dos semanas que permanecieron estos 5 británicos dentro del estudio nos metemos en enero de 2003. Así crearon Up the Bracket. La traducción literal nos remite a una frase utilizada por el cómico británico Tony Hancock en Hancock's Half Hour, que en jerga, significa literalmente "un golpe en la garganta" y que hace referencia a la sensación que produce la cocaína de cierta calidad en el momento de consumirla. El disco está formado por 12 canciones en las que, desde la primera a la última descargan toda su ironía y gusto por el lado más “curioso” de la vida. 12 tripis del mejor rock que suponen un renacer de la corriente garage-rock que a partir de los siguientes años tan famosos haría a grupos como The Strokes, Franz Ferdinand o los tan aclamados Artic Monkeys.


Las canciones, las cuales describen de una forma cruenta e hiperrealísta su vida y la de muchos jóvenes británicos no obtiene un inmediato éxito comercial, sin embargo, en los años siguientes, singles como What a Waster o I get along alcanzarían los primeros puestos de las listas de U.K.
De modo que con este disco, la Rouge Trade Records, su discográfica, los intenta mover por todo U.K e incluso llevarlos a Norte América. Sin embargo, los problemas entre Doherty y Bärat, a causa de la drogadicción de ambos y de la poca capacidad de disimulo de Doherty hacen que a la historia de estos dos chavales, ya de por sí agitada se le sumen jueces, jeringuillas, robos entre ellos mismos, la policía, los backstages, una desconocida Amy Winehouse a la que Pete en pleno subidón de heroína pide matrimonio en el show de Jonathan Ross (un Buenafuente del Reino Unido)… etc. Sin embargo, tras todas estas movidas el grupo se recupera para un nuevo y magnífico álbum, The Libertines, en 2004, pero esa es otra historia.

Ahora lo que nos ocupa es Up the Bracket, un disco sinceramente cojonudo en el que desde la primera canción hasta la última se nota la calidad que albergaba esta pareja de soñadores que se lo pasaron demasiado bien y que la liaron mucho. Si tuviera que elegir entre todas las canciones del disco una sola, me costaría decidirme. Aunque supongo que me quedaría con Up the Bracket, canción homónima del disco, no podría dejar de nombrar Time for Heroes, Tell the King, Radio America, Vertigo… son todas las canciones muy muy buenas. Es un disco de rock que le puede gustar a todo el mundo. Personalmente es uno de mis discos favoritos, y si tuviera que hacer un ránking de los mejores discos de ésta década que acaba, estaría sin duda el primero. De hecho, si hay algo que me sorprende es que en una lista que recientemente ha salido en los medios, éste disco está considerado como uno de los cinco mejores, cosa que me sorprende.

Animo desde aquí a todo el mundo a que se lo ponga de principio a fin y estoy seguro de que os gustara mucho. Espero vuestros comentarios y ya me direis que os parece. Si alguien quisiera recomendar, que no se corte. No vemos!

2 comentarios:

  1. Me alegra oír de Amy Winehouse porque a pesar de todos sus problemas tiene una buena voz y un timbre vocal especial.Vale la pena escucharla. Es sólo mi opinión. Saludos

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  2. Ya conocíamos Up The Bracket, una gran canción. Nos sorprende gratamente esta entrada. Es una pena que Pete Doherty sea un drogadicto, porque cuando se inspira consigue grandes canciones. Fuck Forever con los Babyshambles es una canción importante de esta década. 1saludo

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